«La proeza del sarcasmo»

Vomitaba palabras por salvar un alma que no era la mía, y mucho menos la tuya, porque dudo que alguien con tan poco corazón sea capaz de tener algo más en su interior que no sea su ego, su excelso amor propio.

Imagínate que me creía que eras mi sol de cada mañana y ahora prefiero subsistir en la noche. Vivir en completa oscuridad, tanta que pintaré mi cuarto beige de negro para olvidar las alegrías que nos dieron aquellos incendios para poner un calmado jardín zen al que mirar y cuidar cuando me intento sorprender pensando en ti.

Lo único bueno de miestado actual es sentirme completamente desatado, sin nadie con quien compartir mi libertad, alterando los hábitos cuando me place, tomando el camino que vea oportuno sin peros ni porqués. Menuda paz en ese aspecto…

No negaré que me aportaste algo de sensatez, mucha inseguridad y desconcierto cuando supe que de la misa exclusivamente la mitad porque, haciendo caso a tres cuartos de esas leyendas urbanas o de esos paparazzis de barrio, nunca podría entrar en una casa si su puerta no midiera másde tres metros de altura.

Sabes que todas las noches sigo soñando contigo, con volver a hacerme cargo de tu luz sabiendo que todos mis sentidos estaban en contra, mi cerebro me hablaría de los daños y perjuicios que olvido al imaginarme tu sonrisa bailando canciones que sólo tu sentías y otras no fueron capaces de darle esa vida… Pero sigo reincidiendo en que la razón va ganando la partida después de las goleadas emocionales que conseguiste meterme.

Tendré mis diagnóstico tan reservado que ni yo lo sé todavía… siempre fui demasiado raro para ser normal, demasiado tonto para desconfiar de ti y demasiado sincero para engañarte con otra… puede que esto te ayude a definirme.

Acabo de descubrir que ese espíritu que quería salvar anda ya moribundo porque era para los dos y tenía de nombre «Nosotros». No se si podrá salvarse o ya está desintegrado, pero me da la sensación de que luché contra el viento sin recibir tu ayuda…

Creo que ya no queda nada por sentir.

8 comentarios en “«La proeza del sarcasmo»

  1. Buena proeza Emi, interesante desahogo.
    «Acabo de descubrir que ese espíritu que quería salvar anda ya moribundo porque era para los dos y tenía de nombre “Nosotros”. Me parece una muy hermosa frase.
    Salut

    • Lo malo es que me dejo influenciar demasiado por la música que escucho. El martes mientras puse el cd de DeLamarca (es homónimo), el corte 3 llamado «La proeza del sarcasmo» me hizo recordar a Nada con la frase «lo siento bonita no eres buena compañía para ser mi último día» y me dio pie a escribir este relato que tiene más de mí de lo que yo esperaba. Por eso tiene ese título.

      Me gusta la frase porque me parece del lo más dulce del relato pero la que más recuerdo, por desgracia o por suerte, es «muere por Mallorca un andaluz», me impactó demasiado ver que moría por unas islas que ahora me suenan remotas.

      Gracias por volver, Carme.

  2. Parte de sarcasmo tiene cuando hago referencia a lo que pienso que hizo y pudo intentar arreglar, pero casi todo es introspección, como bien dices, profe. Son demonismo delpasado que vuelven demasiadas veces a mi cabeza y sin previo aviso, cual puñalada.

    Me alegra tenerte siempre por aquí, Rayuela.

  3. cuanta tela da para escribir el desamor… coincido con carme, es la frase más triste de toda la carta, y la mas abarcativa del final de un romance.
    salut.

  4. La porfiada imagen de la obsesión graficada limpiamente en una frase : «Sabes que todas las noches sigo soñando contigo, con volver a hacerme cargo de tu luz sabiendo que todos mis sentidos estaban en contra».
    Obsesiones y emociones, vastedad del sentir humano.
    Sigo leyendo…
    Saludos,

  5. Es raro abrir el alma y ver que todo choca, que todo te hiere y que nada seguirá el destino que buscabas… uede llegar a ser terapéutico si sabes como encaminarlo.

    Gracias por seguir leyendo, chrieseli, porque por mi parte intentaré seguir visitando a los diferentes escalones.

    Un saludo.

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